martes, 3 de junio de 2008
No es lo que parece
-¿Cariño me violaste ayer?
-Casi
-¿Por qué no lo hiciste? ¿Acaso no te puse caliente?
-Mucho
-Me puedes explicar entonces que hacen mis braguitas dando vueltas enredadas en las aspas del ventilador del techo.
-Verás, en el cine, me desabrochaste la bragueta y me sacaste la polla, luego hiciste un agujero en el cartón de las palomitas y metiste mi pene por él, de modo que cada vez que cogías palomitas me acariciabas, con el dorso de los dedos, además abrías la boca y sacabas la palomita que había estado momentos antes al lado de mi tranca, ahora alojada comodamente en tu lengua, la chupabas asomándola a los labios, me mirabas y sonreías enigmáticamente; luego disimuladamente, en los créditos finales pelaste la piel del tronco con tus dedos, te agachaste y rozaste suavemente con tu lengua el glande. Me hiciste bramir como un animal, noté un placer indescriptible.
-Tu me metiste mano sin acabar de tocarme los pezones, con esa costumbre tuya de rodearme la aureola y tocarme el pezón tan ligeramente, que no sé si lo rozas o me lo imagino, volviéndome loca.
-En el coche, te recostaste en el suelo y me mostrabas uno de tus pezones saliendo a través del sujetator, asomando esa cereza deliciosa, que no te acaricié, eres vengativa, no sabía donde mirar y cuando no te miraba me mordías suavemente los huevos a través del pantalón. Siempre en el suelo mirando hacia arriba y sonriendo.
-¿Por eso subiste de dos en dos las escaleras y me llevabas al hombro para que subiéramos mas rápido?... me hiciste sentir como una caja de cartón, ligera y muy frágil.
-Por eso cuando no encontraba las llaves, bajaste mis pantalones y me mordisqueaste las caderas... por eso.
-Tardabas mucho y me estaba volviendo loca por tocarte.
-Tienes que entenderme, cuando me tienes toda la tarde, acariciándo, sacándome la lengua, provocándo, la sangre no corre por mis venas, hierve, vuela y bombea a donde tu ya sabes.
-Supongo que por eso, que corriese por el piso saltando por los sofás te excitó más.
-Qué seas saltadora de vallas no te dá derecho a restregarme, que puedes estar media hora corriendo sin que te alcance.
-Por eso te tiraste en plancha para hacerme un placaje y te diste contra la mesita de noche.
-Pero atrapé tu tobillo.
-Tramposo, te hacías el muerto, pensé que estabas grave.
-Me gustó estirar de tu tobillo, y que fueses apareciendo poco a poco, tus piernas sudorosas, sentir tus muslos redondos y duros, más cuando ya estás cansada y te dejas coger.
-Quería que me atrapases, pensé que nunca lo conseguirías.
-Al palpar el interior de tu entrepierna, noté que estabas empapada y eso me excitó aún más, por eso arranqué literalmente tus bragas y para que no cayeras en la tentación de ponértelas las tiré al techo. me gusta que estés sin nada debajo. Me gusta sentirte mía y desnuda.
-Me encantó cuando me llevaste en volandas contra la pared, no tocaba el suelo, me sentía transportada en el aire sin gravedad, como una pluma, sin saber a donde.
-Eras una pluma, hasta que te levanté una pierna y pude por fin colocarte la polla donde me gusta, me gusta tu forma de estremecerte, cuando empiezas a respirar profundo y gemir.
-Notaba tus embestidas, mi espalda contra el tabique, parecía que fuera a romperse, retumbaba como un tambor gigante, sentía dolor pero se mezclaba con el placer de tu penetración, me apetecía el dolor, que me partieses en dos. Noté como te clavaba las uñas en la espalda, quería que supieses que era tu gata.
-Buffff parecía que me arrancarias de cuajo la piel, llegué a tener miedo, pero yo te estaba metiendo la tranca esculpida con las venas marcadas, rozando fuertemente tu cueva, ensanchandola de tal forma que mi piel y la tuya sentían el mismo dolor del estiramiento forzando tu entrada, dolía, tu me clavabas las uñas y mientras me dejabas 10 lineas tenues de sangre, apretabas con fuerza y me pedias mas fuerza, eso me recordaba que era solo tuyo.
Desnuda como estabas, gritaste el orgasmo más sobrecogedor del mundo y de todos los mundos civilizados, hasta que se deshizo en un carnaval de gemidos guturales que hicieron huir al gato de la ventana y de todos los gatos en todas las ventanas, porque esa noche tu calor inundó todo el calor de todas las noches. La espalda abierta ardía y quería que ardiese más.
-Te corriste en mi interior y empezó a brotar tu leche como una explosión, noté toda su presión en el interior, me gustaba aquella imagen, tu de rodillas con tu espalda ensangrentada y mis muslos con tu leche caliente. Hasta que empezaste a temblar repentinamente, subrepticiamente, soterradamente, culminando en un profundo movimiento telúrico despertaste algo de lo que yo era dueña y jamás había sentido, transformaste la habitación en un enjambre de tus manos, tus piernas, tu boca y lenguas confundidas que se derritieron en un orgasmo compartido el más intenso y endemoniado que nunca ha sentido mi cuerpo.
-Luego tomamos vino caliente e hicimos el amor suavemente, sin un rasguño, me gustó caer extasiado en tus brazos y notar como me abrazabas, aunque estaba dolorido y cuando veo mis arañazos en el espejo, me recorre un placer extremo, vuelvo a notarme dentro de ti activando esos resortes mágicos.
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14 comentarios:
no es lo que parece ? ... uhmmm si , creo que es lo que parece, un relato delicioso , excitante y lleno de sensualidad, por cierto .. ¿ ya quitaste las braguitas del ventilador ? ;) un beso muy churrupeteante , antes que arda la tarde...
Cuando me vas a llevar al cine y disfrutar una tarde contigo, prometo no escaparme para que no te des un golpe en la mesilla...
Mmmmm, que lindo día el que has descrito y que ardiente está hoy el día...jaja.
Besitos muy calidos
Muy excitante este relato, nos ha encantado.
Besos
Mari
Anette, la retirada de las braguitas da pié a otro relato, bastante fuerte por cierto, no hay nada más eróticoi que una mujer sin braguitas saltando, para recuperar las suyas.
Calidasirena cuando quieras estás invitada al cine, pero cuidado con las palomitas.
Obcedman me gusta que os haya gustado la historia
Un saludo a todos, voy a ponerme un poco de mercromina en la espalda ;-)
Agotados debeis de quedar despues de algo así, si es que agota solo de leerlo.
Gracias por tu visitilla, te esperamos más a menudo.
Un besote
Yedra
Tu blog provoca placer en todos los sentidos...
«Somos una especie de cebra que divaga entre el cambio hacia lo desconocido y el retorno hacia lo mismo. La metamorfosis de nuestro ser trae el blanco-negro tatuado en la piel, la búsqueda y el desacierto de la mortalidad.» Belmar
Yedra y Yego, mientras no os agote explicandolo me vale.
Belmar, tu presencia aqui siempre es bien recibida, toma tu vaso de vino caliente y postre de azúcar quemado.
Un abrazo.
Gracias por tu visita a mi blog... vuelve cuando quieras...
Un relato que acalora...
Un abrazo amigo. Marea@
A mí lo que me parece es una excitante historia de amor y sexo.
Dichosos los que son capaces de sentir de esa manera, sólo os deseo que siga siempre así.
Besos.
Muy, muy excitente...gracias por tu visita
Jajaj, me ha hecho gracia lo del agujero en la bolsa de palomitas y el resto ummmm
Besos
uffff muy buen blog relatos d vrd interesantes ;). BESOS & CERVEZAS
Menuda "persecucion"! Espero q tu tobillo vaya mejor, sino, te lo tienes merecido...eso si lo de las palomitas es juego sucio, pero muy muy buen juego.
Besos
Te acabo dde encontrar y volvere, gracias por compartir con nosotros... Muy excitante.
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