lunes, 21 de julio de 2008

Visión en el bosque


La visión de ella desnuda en cuclillas, entre la maleza, con la mirada desafiante me paralizó.
Estaba nadando, en aquel rincón pérdido en medio de la nada, mi ropa cuidadosamente doblada entre unos matorrales, el agua transparente dejaba ver mi desnudez, cristalina y fresca, los rayos de sol, habían abrasado mi cuerpo y la sensación era agradable....
Miré distraido hacia la orilla de aquel pequeño lago natural, rodeado de árboles altísimos, en medio del silencio roto por los silbidos de aves parlanchinas, el reflejo de la luz brillaba como cuchillos afilados a través de las hojas danzantes, semicerraba los ojos, desfigurando un tanto la escena y fantaseando.

Siempre me han fascinado las luces y las sombras pero los centelleos me hipnotizan, esa luz se mezcló con su imagen de ninfa salvaje, creando una fuerza de ultramundo como un telón que anuncia una obra excelente....en esos momentos presagias, que lo que viene va a ser sorprendente, de momento estaba ahí agachada, desnuda, en cuclillas, mirándo con la vista pérdida...entonces se produjo un momento de catársis de union con lo sobrenatural. La belleza de un instante fugaz que nunca volverá pero será sustituido por otro.
Hasta las motas de polvo, suspendidas misteriosamente en el aire, marcando la amplitud de los rayos, como los focos de una obra de teatro, absorvian mi atención ojalá pudiera retener está visión, seguramente sería una alucinación provocada por el cansancio, de modo que seguí mirándola entre curioso y desafiante esperando que se desvaneciese.
-Es mi rincón y tú lo has descubierto.
-Vaya, eso mismo iba a decirte yo, pensaba que era solo mio, me gusta bañarme en esta soledad, mirar las formas de las nubes, perderme con las ondulaciones de las hojas por el viento.
-Pués ya ves, tendrás que compartirlo, si no te importa.
Nadó hacia mi, se movía agilmente y se acercó, ahora su cara estaba adornada con una semi sonrisa.


-¿Te podría pedir algo?
-Claro
-Es mi cumpleaños y tu eres el único trozo de carne humana que tengo cerca.
¿me podrías besar?.
Me quedé atónito, mientras me hablaba, había depositado una mano, que resbalaba mojada por mi antebrazo, más bien parecía una caricia. Sentí un estremecimiento


La besé suavemente en los labios, noté el sabor dulce del agua del remanso y el sabor de su lengua muy tibia otra vez los centelleos y las motas de polvo parecieron unirse en aquel beso delicioso, me parecía estar rodeado de luces y diamantes.......

sábado, 12 de julio de 2008

Las tres noches

La mujer de la limpieza, me encontró inerte, el rostro lleno de sangre seca, estirado en el suelo de mi pequeño estudio, aquello en poco tiempo se llenó de policías, gritos, pisadas, desconcierto, miraban estupefactos, iban recogiendo pruebas, pelos, trozos de papel, post-tips e innumerables indicios que un estudio desordenado como el mio, ofrecía.


-Ehh, parece que se mueve. ¿Aún está vivo? ¡Pobre hombre!. en la lejanía. Era como un sueño.
La luz cegadora de los flashes y los chasquidos de las fotografías acabaron de despertarme, con no poco trabajo conseguí incorporarme y limpiar el rojo bermellón que adornaba mi frente, quizás el ultimo cabezazo fruto de mi somnolencia topó contra un pote lleno de ese color.
Desde hace tres noches, vienes al estudio, posas para mi y luego antes de despedirte siempre me das un poco de tu esesncia, la primera noche me diste una mirada azul profunda, fue como un baño de luz.
La segunda noche, me diste tu desnudez, dejaste tu blusa abierta, y me dejaste navegar en la intimidad de tus pechos, te despediste dándome un beso profundo y delicioso que no supe interpretar que era el último, con razón fué tan dulce.
Yo daba por sentado que cada noche vendrías, pero ahora sé que no es así.
Esta noche era especial, te esperaba para decirte lo que no te dije las otras noches, que no te fueses, para decirte que me vuelves loco y para amarte sin lienzos ni esperas.
Han pasado ya 20 noches.
Desde entonces no paro de dibujarte, así no me atormento, quizás espero que alguna noche aparezcas de nuevo, mientras, dibujándote mis recuerdos se descarnan, quizás algún día esos dibujos cobren realidad, pero desde entonces, siempre aparezco dormido en el estudio con alguna mancha de color primario en la frente.


Si estás leyendo este blog, por favor vuelve !!

miércoles, 9 de julio de 2008

Indiscrección total

Oí la señal acústica de un nuevo correo, ella había salido a fotocopiar unos informes, no pude resistir y abrí el E-mail, sabía que no era para mi y que no debía pero ese e-mail era como si me llamara con sus destellos y su sonido tintineante, en la barrita de accesos directos ahí solitario.....El asunto del mensaje, era demasiado tentador para dejarlo de lado: Sugerencias para las fotos de esta tarde..... vaya y el nick de ella, “Dulce_Morbo”.
Y eso que parecía una niña dulce, ahora por una casualidad, descubría sus pasiones ocultas, en fin el destino me regalaba esta oportunidad, al leerlo no pude dejar de sentir una corriente eléctrica que me recorrió todo el cuerpo, me la imaginaba con su cara despreocupada, comprando la lencería sugerida y preparando una sesión de fotos, sola en su casa, poses sugeridas por el tipo del E-mail, me la imaginaba como se pintaba los pezones de rojo pasión a juego con sus labios carnosos de niña buena. Elegiría el tanga más morboso, quizás lo estuviera comprando ahora, tocando su tela e imaginando su roce. Puedo notar la corriente eléctrica que le debe estar recorriendo el cuerpo bajando hasta su sexo. me la imagino como se pinta como una verdadera mujer ávida de sexo y de dulzura al mismo tiempo, aplastando el lápiz rojo pasión contra sus labios, y el negro intenso remarcando sus ojos azules llorosos. Puedo notar alguna gota de excitación en su tanga y algún pequeño movimiento púbico imperceptible que le apriete los muslos y aún acentue más su excitación.
En el E-mail puedo asistir a la escena que se celebrará en breve, coloca la cámara en el trípode y se pone frente a él, se encuadra, calcula su situación, va y viene con nerviosismo e impaciencia, pone una música oriental, dando un sorbo a una copita de vino blanco y comenzando una danza sinuosa con su cuerpo, electrizado por la excitación y los estímulos de sus labios, bañados en saliva, mordidos y lamidos lascivamente con la lengua como un pincel que aplaca el ardor que siente, sus manos recorriendo su cuerpo como a ella le gusta, a su cadencia.

Liberando sus tetas lentamente del sujetador, clic, clic, clic, aguantando el pezón al límite, dentro de la tela, dejando que salgan, trás una ligera caricia, que entren, liberándolas, rozandolas, tocándolas, pellizcando suavemente los pezones erectos, imaginando la cámara como unos ojos desesperados, provocando, intentando romper el objetivo.
Deslizando sus manos cerca de sus muslos, clic, clic, clic, ahora la cámara testigo de sus ojos, bajando el tanga un milimetro delicioso en cada foto, mostrando parte del vello púbico, ladeándolo, dejando entreveer su los labios de su coño, presumiendo de eI, separándo el tanga a un lado, sin quitarlo, con los dedos, clic, clic, clic, ahora dejando que caiga inerte, entre los muslos, sonriendo picaramente, introduciéndose los dedos en su sexo, sin reparo, colocándo la vagina hinchada cerca de la cámara, luego los labios, relamiéndose glotonamente, la lengua fuera descarada, lamiendo el objetivo, la imagino mirando a la cámara desafiante y lánguida, luego, introduciendo los dedos con fuerza en la vagina, e imaginando una polla, intercambiando sensaciones presentes con las pasadas, ella cada vez más abierta para su admirador secreto y brillante por la humedad que la recorría de las yemas de los dedos a los pies..... clic, clic, clic.

No pude resistir un leve manoseo de mi miembro, que desde hacía rato advertía hinchado y duro.
Seguí leyendo con unas lentas maniobras de vaivén que frotaban mi glande contra los pantalones, estaba deseoso de nuevas escenas.
A ella ahora le costaba preparar el disparador en cada nueva toma, quería que la cámara captara su orgasmo final, su sexo siempre a la vista, con su vello rubio arreglado, limpio, pero cada vez mas hinchado y rojo, ya gemía y se preveía una explosión de placer en breve, ya casi no puede andar, al hacerlo la excitacion la embarga, se le doblaran las piernas, y quedará así de rodillas delante del objetivo, mojada y satisfecha.


Conseguí materializar en mi mente la visión del primer plano de su coño, en el que tantas veces había intentado adivinar a través de su ropa, ese clítoris que habría lamido hasta el paroxismo de ella, ese coño que había embestido salvajemente mientras tiraba de su larga melena, bufff si ella me hubiese dado alguna pista.
El caso es que comenzaba a sentir como, una corriente arrancaba a fluir desde mis huevos buscando una salida de escape. Apreté la base del pene fuertemente para retardar lo inevitable, aún no había acabado el relato, y no se trataba de andar con una mancha todo el día por la oficina.
Clic, clic, clic se correrá delante de la cámara, mordiéndose los labios con rabia clic, clic, clic y los dedos entre sus piernas, que se le doblaron y quedando de rodillas con la cara ladeada y el carmin deshecho, alrededor de los labios rojos por carmín y sangre de tanto morderlos y bañarlos con la lengua.
No podrá parar se incorporará y se pondrá de espaldas, desnuda clic, clic.clic.

Yo seguía leyendo el guión del e-mail que tan cuidadosamente describía los deseos de aquel hombre, me estaba poniendo enfermo, se tenía que recostar boca abajo sobre la cama y licenciosamente, empezaba a manipular su sexo y luego sus nalgas, poniéndose un dedo en el ano, con perversión, dejando que se mezclaran dolor y placer.


Ya me estaba masturbando en su mesa de trabajo, estaba totalmente transportado a su habitación, deleitándome en la visión de sus dedos entrando en su vagina. clic, clic, clic otro orgasmo salvaje y otra vez su cara desencajada en frente de la cámara, su larga cabellera rubia, desordenada, tapándole parcialmente como hebras de oro y sus ojos mirando fijamente el objetivo, con esa cara desafiante y crispada tras la que escondía el tremendo placer que sentía en esos momentos.

Bufff tengo que volver a apretar con fuerza la polla para evitar estallar en un orgasmo entremezclado de fantasía.

Bajé corriendo, a comprar una cámara de fotos, debajo de la oficina hay una tienda de Media-Mark, cuando ella llegó le enseñé una cámara Reflex preciosa, que me había comprado, al principio mostró indiferencia pero trás un ratito se acercó sonriente y a interesarse por las características de la cámara.

domingo, 6 de julio de 2008

Celos


El viento se llevó violentamente tu camisón pero ni te inmutaste ....

Estábamos los dos solos en aquel velero, ibas vestida con un pequeño camisón blanco vibrante al viento, que marcaba perfectamente las curvas de tu cuerpo, la tela de raso dejaba entrever tus senos, insinuantes, deliciosos, tus pies descalzos caminaban por la madera, de un lado a otro de la cubierta, dejando ver tus tobillos torneados y morenos por el sol, te apoyaste con fuerza en la pequeña barandilla, mirando absorta las olas rotas, la espuma blanca surgía como por arte de magia al pasar el casco y abrir la superficie negra, ondulante y abismal, era como volar lento, el sonido majestuoso del chapoteo, los chasquidos de las velas con el viento limpio y el silbido de los obengues, formaban una orquesta magnífica, te pasabas la lengua por los labios, para saborear los granitos de sal, que provocaban las salpicaduras evaporadas, el viento era fuerte y el movimiento acompasado del barco, rompiendo las olas también, era como estar suspendido, en aquella noche bañada por los destellos grisazulados de la Luna, los rociones te dejaban chorreando el rostro y las gotitas acentuaban más la transparencia de tu camisón, tu pelo desordenado tapaba tu rostro y lo volvía a destapar caprichosamente.

Me acerqué sigilosamente por detrás, te abracé por sorpresa y te besé la nuca tiernamente, te acoplaste a mi pecho, deslicé los tirantes hasta tus hombros y la suave tela iba resbalando, mientras besaba la piel de tu espalda recién desnuda, cerraste los ojos y respiraste muy profundo, tu camisón ya dejaban entrever tus pezones erectos y electrizados, cada vez estabas más desnuda para mi, y mis manos los recorrieron, el camisón se encalló en tus caderas, el camisón y yo formábamos tu trio en esa noche, te apartaba el pelo y besaba la zona que iba quedando descubierta, te susurre algo al oído, pero la voz no me salió, solo percibiste mi deseo, te acaricié las nalgas por debajo de aquella tela, empezaste a jadear y mis manos acariciaron tus muslos, mis dedos se inundaron del calor de tu sexo, entrando en tu vagina que ardía, s
entí cómo ardía de deseo mientras te sujetaba las caderas y empezaba a frotar mis jeans contra tus nalgas desnudas, no se podía disimular la tranca grande y dura que rozaba y apretaba tu culo de lado a lado, como si quisiera romper el pantalón.
Empecé a jadear, suavemente, al oir tus propios gemidos suplicantes, ahogados por el viento, cerrabas los ojos con fuerza, suspirabas por todo lo que te hacía. Notaste mis dedos fundiéndose con tu sexo, ardiente y mojado, que ya se deshacía en pasión…
Aparté las manos por un instante y el camisón por fin se derrumbó entre tus pies formando un hermoso volcán oscilante, una racha inoportuna de viento lo levantó y vimos como lo empujó lejos, ondeando como una bandera ........

Sin pensarlo dos veces me tiré al mar para rescatarlo, mientras caía me di cuenta de dos cosas, no habías pilotado nunca un barco y yo no sabía nadar, lo comprendi todo en una fracción de segundo, el camisón se había puesto celoso...........

jueves, 3 de julio de 2008

Morbo del bueno

martes, 1 de julio de 2008

Ellas también compran tabaco


La lluvia golpea los cristales furiosa, el repiqueteo metálico de las gotas y sus dibujos en los cristales de la ventana impiden que mi mente se concentre, me cuesta pensar en algo en concreto, mi garganta está seca, me cuesta tragar, hormigueos y calambres en las extremidades, visión borrosa, dolor de cabeza, sensación de mareo y taquicardia. La cabeza se me va en medio de un desconcertante cosquilleo, y el pulso me tiembla cada vez más. Es el producto de haberla dejado ir a por tabaco, han pasado ya 5 minutos y ya estoy elucubrando, a que kiosko irá, ¿sonreirá cuando le sonrian?, por donde irá, por donde pasará.
Nuestra despedida no fué muy amable...
-Voy por tabaco
-Vale
No puedo más y la llamo por el movil, pero ella no contesta, sigue lloviendo abro la ventana a ver si la veo por la calle, no tiene aspecto de parar de llover. Sigo su posible recorrido imaginario, los saltos que ha de hacer para no mojarse, debajo de que edificios estará más a cubierto y mientras los malditos tejanos me están extrangulando los huevos.
Entonces, desvío los ojos hacia su bolso, asoma una cajetilla de tabaco, lo abro con impaciencia e introduzco un dedo rastreador que confima mis sospechas: en efecto, quedan 6 cigarrillos.
Desesperado, cierro un segundo los ojos y aparece su imagen en un relámpago que ilumina toda la estancia. Sus azules ojos, coronados por unas largas pestañas, la sonrisa... sus labios... Su voz suave. Me arden los ojos. Me hierven dentro las lágrimas incipientes que desean brotar. Me trago mis propios escupitajos y entiendo que ella... jamás volverá.
Me sale un suspiro tranquilo, mezclando el vaho sobre las gotas aleatorias del cristal de la ventana, quizás estos pequeños sobresaltos son livianos con el sentimiento que me inspira la sóla imagen mental de su ausencia total.
Extraigo del bolsillo derecho del jean, un mechero plateado que me regaló, lo que daría por encenderle su cigarrillo dar dos bocanadas y pasarselo, lo enciendo y me quedo boquiabierto, mirando la debil llama, lo aprieto con fuerza entre mis dedos. Me preparo un café en una vieja cafetera, su aroma adormece mis meditaciones.
-Ring...ring ...ring suena el insolente timbre. Abro
-No he podido dejarte y se lanzó en mis brazos totalmente mojada