sábado, 10 de mayo de 2008

El juego subliminal


Nunca hasta ese entonces habíamos pensado tener alguna otra relación entre nosotros más que la amistad que sincera que teníamos, pero con los tonteos de los celos, entre compañeros de trabajo, cada vez nos unían un poco más, dándonos motivos, por aquello de compartir rumores y ser parte de ellos.

Los conserjes y las secretarias muy dadas a los comentarios, nos divertían, hasta tal punto que en su presencia, al cruzarnos con alguno de ellos, me acariciaba suavemente el pene por encima del pantalón, y sonreía y miraba como desviaban la vista violentamente.

Algún compañero al pasar a su lado, se acercaba y realizaba algún tipo de broma para que ella le acariciase a él, pensando que tal vez ella fuera ligera de cascos y formaba parte de su perversión, pero era un privilegio que solo me destinaba a mi.


Hasta que un día, estábamos en una cafetería cercana, durante el tiempo del desayuno. La secretaria llamó a mi móvil, sin darse cuenta ella respondió al teléfono, y al otro lado se oyeron unos comentarios, y le preguntaron por qué tenía ella mi movil, ella irónicamente respondió que yo estaba muy ocupado desabrochando los botones de su blusa y no podía responder, que ella estaba tumbada sobre el sofá y yo estaba encima de ella.

Al oír yo eso, me acerqué a ella para seguir la broma, y hablar yo también por el móvil, lo cual hice, le dije que me lo estaba pasando muy bien, por lo que se oyeron unas risitas cómplices al otro lado, y murmuraron vale, vale, esta bien...entiendo....

Al colgar nos dimos cuenta en la situación en la que estábamos, pues en realidad si estábamos casi juntos, sentados en la misma silla y al aproximarme al teléfono que sostenía ella, me había echado casi totalmente encima de ella y tenía una mano muy cerca de uno de sus pechos.


Cuando puso el teléfono en la silla sobre la que estaba este, giró la cabeza, y nos quedamos mirando fijamente a los ojos, y al momento miramos hacia mi mano, casi sobre un seno, un instante, no se que pasó que nos quedamos prendados uno mirando al otro, me regalo una de sus sonrisas inocente y la besé suavemente en los labios, me devolvió el beso, acariciando mi lengua con la suya.

Le acariciaba el pelo con una mano, mientras que con la otra le comenzaba a rozar un pecho, no puedo describir la sensación de vacío tan deliciosa que sentía al acariciarle sus senos, por no hablar de una especie de corriente dulcemente nerviosa, al ver que sus pezones se erizaban, bajo la tela, ella es una chica terriblemente atráctiva, con unas tetas redondas y suaves, es un auténtico ángel, al menos yo así lo siento, supongo que la complicidad del momento hacía aparecer su verdadera personalidad, dulce, alegre, cariñosa...

Seguimos por un momento en esa misma situación, hasta que ya al fin separamos nuestras bocas, le comenté, que al final iba a ser verdad lo que se comentaba, por lo que ella me sacó la lengua, sonrió y miró hacia su blusa. Yo le desabroché un botón más, y le rocé por encima su hermoso sujetador blanco, ante mí quedaron su preciosos pechos atrapados en aquella tela semitransparente y ante el asombro de algunos clientes comencé a besarlos y a chuparle sus pezoncitos rosados, era una maravilla, ella estaba absorta y a mi pesar la vestí suavemente.

Ya nada es lo mismo ahora, un juego táctico, miradas y gestos se han vuelto armas arrojadizas, ahora cuando pasa a mi lado y me acaricia el pene suele ahuecar la mano y apretarlo ligeramente, sonríe angelicalmente al ver como mi pene le obedece a ella, más que a mi .....

Aunque lo peor es que cuando pasa por mi despacho, me deja una fresa mordida, creo que me conoce demasiado .....


5 comentarios:

Belén dijo...

Bueno, al menos se ha lanzado, que yo he tenido mil y una experiencia con compis de trabajo que no ha llegado a nada mas que miradas picaronas y cómplices...

Sientete afortunado :)

Besicos y gracias

Sureña dijo...

Pues nada, ya era hora entonces... :)

Gracias por pasar a verme. Un beso

Tamaruca dijo...

Sabio nuestro refranero cuando decía algo así como... donde tengas una olla, pones los garbanzos y unas verduritas... o algo así.


;-)

anette dijo...

la seducción de esos instantes no tiene precio.
Es una delicia leerte

Lil (Shanti) dijo...

Esto me ha recordado de una fantasía muy casta que tengo. Veré si la pongo en práctica

Un saludo clip