-Venga, ¡escúpeme ya en la cara!
Era injusto, sentí un ataque repentino de celos, no me hablaba a mi que era su dueño, se lo decía a ella.
Por un momento pensé en desconectarla, bastaba mandarle un chorro de imágenes equivocadas.
Siempre se lleva los mejores momentos, las caricias más reconfortantes, los ojos abiertos llenos de admiración, las caricias tímidas como con miedo a sus reacciones, luego ya solo existe ella, que si la meto aquí, que si la paseo entre mis pechos, que si en mi boca y a mi que me parta un rayo.
Yo también quisiera estar en su boca y ser bañado por su saliva caliente y notar sus pequeños espasmos, provocar una descarga eléctrica descontrolada en su espalda.
Ella no soporta los momentos tensos, ni las negativas a las citas, ni paga las cenas, está ahí tranquila esperando su momento, ¡que rabia me da! ¡Lo tiene todo tan fácil!.
Definitivamente voy a desconectarla.
Hummmm, demasiado tarde, ya me ha desconectado ella primero, acaba de escupir toda su leche, se acabaron los pensamientos, ojos en blanco, la maldita explosión en la que se entrelazan todos los nervios y el deseo irrefrenable de abrazar ese cuerpo ajeno......
6 comentarios:
Que encanto que ella tenga un dueño generoso, que tras los celos igual la consciente y la libera llenando de deseo nuestras pantallas.
Después de todo el verdadero placer debe ser él.
Una y otra y otra vez.
Un beso
Como siempre es un placer exquisito leerte.
Las hay que realmente saben disfrutar de los placeres de la vida, eso si, pobrecita, piensa en su esfuerzo y su bravura, ves, de ahí la recompensa.
Besos
Que decirte....sin palabras...
Un beso.
jajaja un dueño generoso y un tanto celoso de las injusticias con diversas partes de su cuerpo.
Manos sujetas a las inclemencias y otras partes, guardadas cuál tesoros ....
Nunca se me había ocurrido que uno pueda estar celoso de si mismo ;)
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