viernes, 4 de septiembre de 2009

Crónicas del Hombre Invisible


Todo se estropeó cuando le instalaron la maldita cámara de mapas de calor, cada noche a las doce, una rutina deliciosa, bajaba la sábana que cubría sus piernas, descubría lentamente aquellos muslos redondos, acariciaba sus curvas, observaba sus pequeños espasmos, su agitación, su respiración acelerada, como se abría ofreciéndome el fruto delicioso de su placer, hasta oír sus emmmhhhs interminables.

A ella cada vez le gustaba más que llegara la hora de acostarse, extrañamente se arreglaba y colocaba su ropa interior más sensual noche trás noche, luego se ahuecaba entre las sábanas, y entre pensamientos huidizos se deslizaba en sus propios sueños, me encanta velar por su sueño e introducirme sigilosamente en los suyos.

No debió comentarlo nunca con su amiga fotógrafa, quizás a pesar de ser invisible, debí controlar el flujo de sangre caliente por las venas de mis dedos, ahora ella mira las sábanas vacías, están limpias y sus sueños están carentes de caricias.

Aviso para otros hombres invisibles: Su amiga la fotógrafa, desde hace un tiempo duerme desnuda, quizás os apetezca ver como son vuestros dedos.

4 comentarios:

Belita dijo...

Y yo que creia que ya hacia menos calor, bufff, bufff, bufff...

Interesante video, por cierto ;P

geheugen dijo...

Una pecaminosa sensación que recorre le mente hasta llegar al cuerpo Clip!
Se abre una nueva espectativa para hundirse entre las sábanas... morbosamente pendiente.
(Avisas por favor que no tengo cámaras instaladas para no desalentar opciones?!)

Como siempre un placerazo
Besos invisible en tus noches!!

Lilyth dijo...

todo esto es bastante instructivo jajaaja

Mixha dijo...

Me encantan tus historias son muy sensuales tienen la gota justa de erotismo, un besote