Estaba nadando, en aquel rincón pérdido en medio de la nada, mi ropa cuidadosamente doblada entre unos matorrales, el agua transparente dejaba ver mi desnudez, cristalina y fresca, los rayos de sol, habían abrasado mi cuerpo y la sensación era agradable....
Miré distraido hacia la orilla de aquel pequeño lago natural, rodeado de árboles altísimos, en medio del silencio roto por los silbidos de aves parlanchinas, el reflejo de la luz brillaba como cuchillos afilados a través de las hojas danzantes, semicerraba los ojos, desfigurando un tanto la escena y fantaseando.
Siempre me han fascinado las luces y las sombras pero los centelleos me hipnotizan, esa luz se mezcló con su imagen de ninfa salvaje, creando una fuerza de ultramundo como un telón que anuncia una obra excelente....en esos momentos presagias, que lo que viene va a ser sorprendente, de momento estaba ahí agachada, desnuda, en cuclillas, mirándo con la vista pérdida...entonces se produjo un momento de catársis de union con lo sobrenatural. La belleza de un instante fugaz que nunca volverá pero será sustituido por otro.
Hasta las motas de polvo, suspendidas misteriosamente en el aire, marcando la amplitud de los rayos, como los focos de una obra de teatro, absorvian mi atención ojalá pudiera retener está visión, seguramente sería una alucinación provocada por el cansancio, de modo que seguí mirándola entre curioso y desafiante esperando que se desvaneciese.
-Es mi rincón y tú lo has descubierto.
-Vaya, eso mismo iba a decirte yo, pensaba que era solo mio, me gusta bañarme en esta soledad, mirar las formas de las nubes, perderme con las ondulaciones de las hojas por el viento.
-Pués ya ves, tendrás que compartirlo, si no te importa.
Nadó hacia mi, se movía agilmente y se acercó, ahora su cara estaba adornada con una semi sonrisa.
-¿Te podría pedir algo?
-Claro
-Es mi cumpleaños y tu eres el único trozo de carne humana que tengo cerca.
¿me podrías besar?.
Me quedé atónito, mientras me hablaba, había depositado una mano, que resbalaba mojada por mi antebrazo, más bien parecía una caricia. Sentí un estremecimiento
La besé suavemente en los labios, noté el sabor dulce del agua del remanso y el sabor de su lengua muy tibia otra vez los centelleos y las motas de polvo parecieron unirse en aquel beso delicioso, me parecía estar rodeado de luces y diamantes.......