...... La duda me quedaba de lo que realmente había pasado y de quienes realmente habían participado de aquel festín.
Solo recuerdo que aquel día el Atletic de Madrid se jugaba la Copa de la UEFA era una ocasión única, paralelamente yo juego en un humilde equipo de 2ª división.
El caso es que mi partido insuflado por la victoria del Atleti del que somos filial, fue una masacre, el juego, difícil y peleado a muerte lleno de adrenalina, violencia, testoterona la fuerza de aquel juego, me hacia sentir un gladiador de la época moderna.
Termine el juego lastimado y alcanzado por unas tacos asesinos, me fui a casa a celebrar la victoria con mi famila. Primos, sobrinas, abuelos y abuelas, amigos ,amigas, vecinas. El médico del equipo me había medicado para el dolor y la inflamación del tobillo.
Al llegar la noche festejamos y poco a poco los invitados se fueron marchando. Parte de mi familia se fue a sus casas respectivas.
Solo se quedaron mis sobrinas y unas vecinas, me metí en la ducha y empecé a sentir muchísimo sueño.
Las chicas comenzaron a jugar a prenda o verdad oía su algarabía. No podía mas salí de ducharme me quede con mi boxer y me lancé directo a la cama a dormir.
Estaba medio adormilado, casi desnudo una pequeña sábana solo cubría parte de mi cuerpo.... Iba oyendo voces cantarinas sin poderlas descifrar, abrí un poco los ojos y me pareció que unas chicas estaban rodeando mi cama.
No podía moverme, abrir los ojos, ni hablar. La mezcla de alcohol y el medicamento me habían dopado.
Solo escuché que uno de sus pañolas era que una de ellas tenia que besarme.
Poco a poco un cuerpo fue subiendo sobre de mi, sentía su respiración cerca de mi boca, quería abrir los ojos, moverme y no podía, solo sentí aquel beso tan tierno, dulce y suave que me estremeció el cuerpo.
Después sentí sus manos acariciando mi pecho, mis hombros, mis brazos y otra boca beso mi boca.
Al ver que no me movía una mano anónima de alguna de ellas comenzó a deslizarse desde mis pies hasta mi pierna y llego hasta mi pene, eso me provocó una tremenda ereción imposible de controlar dado mi estado, oí carjadas, risas metálicas, risitas ahogadas, comentarios y percibí no se como la excitacion de las chicas.
Después sentí varias manos, unos dedos dibujaban la figura de cada músculo de mi cuerpo... Mientras otras dos manos extrañas jugaban con mi pene.
Alguna de ellas se había montado en mi pene y comenzó a moverse, sentía el roce de mi pene y su vagina.... lo disfrutaba tanto que de placer empezo a arañarme y morderme cuando se acercaba al orgasmo...
Otra mas atrevida se montó en mi cara y comenzó a restregar su vagina en mi boca. El aroma de su sexo y sentir sus piernas en mis mejillas, mi cabeza debajo de su falda, me excitaron muchísimo, quería abrir mis labios, lamer su vagina, pero estaba muy mal por la mezcla de alcohol y medicamento mis labios inertes rozaban su vulva mientras tanto ella se movía a placer.
La curiosidad de ver mi pene hizo que alguna de ellas lo liberaran del boxer y comenzaran a tocarlo, sentia el calor de sus manos, sus dedos tocando mi glande, otras siguieron el ejemplo, varias manos tocando, apretando, arañando mis testículos, sentía una mezcla de placer y dolor...
La mas atrevida quito a todas a empujones y comenzó a mamar mi pene, sentía sus labios, sus dientes rozando mi pene. Ahora se turnaban para hacerlo, algunas lo hacían muy delicioso otras me lastimaban y eliminaban el esfuerzo de la anterior con su inexperiencia pero no podía protestar, mi boca no me obedecía, me había convertido en la academia móvil de mamadas del barrio, todas iban probando como se hacía.
Yo creo que hasta alguna abuela se atrevió, seguían mamando una tras otra sin descanso y de repente noté que exploté en la boca de una de ellas, mi semen caliente lleno su boca y se escurría por sus labios y su pecho.
Esas sensaciones placenteras me llevaron a un sueño profundo y mi cuerpo quedo a merced de aquellas chicas, lo último que percibía era la tibieza de las pieles de cuerpos jóvenes y ardientes sobre el mio una mezcla de olor a sexo y flores, perfume femenino, labios sobre mi piel, manos ,cabellos saliva, sexo húmedo, aquello era un festín que mi cuerpo y mi alma disfrutaban....todo aquello parecia un sueño.
PD Desde aquel día mis abuelas me miran diferente, sonrien y se relamen el bigote, yo no me podía defender.
2 comentarios:
Imagino que las niñas serían mayores de 14 años o lo de que te tocaban con "los deditos" va a hacer que te denuncie yo a ti.
No amigo anónimo, por culpa del medicamento en mal estado eran octogenarias, si estas mas tranquilo
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