sábado, 22 de mayo de 2010

Recojo mis bártulos


Pues nada, suerte que tengo pocos objetos que recoger:
La aguja de oro cuidadosamente enhebrada con el rojo hilo de seda para coser tu corazón, que tantas veces te he roto, un frasquito de cristal con la perla iridiscente de tu primera lágrima derramada, mi camisa llena de salitre de cuando hacíamos el amor en el mar, un trocito de Luna que se te enredó en el pelo aquella noche especial, una cajita de acero con tus mechones rubios, un pañuelo con nuestras lágrimas secas superpuestas, tu collar de piedras traidoras, un cofre pequeño en el que encerraba tu corazón oprimido y sin aire y una gran cesta de mimbre empujada por un globo aerostático en la que navegabamos por encima de las montañas, océanos y realidades.


Perdona las puntadas sin hilo de estos años.


Me voy contento porque tu corazón late con fuerza, estás ilusionada, eso me hace feliz, otro cuidador especial se encargará de ti, que tengas una buena travesía, yo estaré con mis bártulos sentado en una roca pensando en las cosas agradables que me has dado.


Otra cosa en esta madrugada insomne, son mis palpitaciones temblorosas en la sien pero como dijo Alejandro Dumas:


Para toda clase de males hay dos remedios: El tiempo y el silencio.


1 comentario:

© MEDEA dijo...

Clip...buscame en facebook. Te sigo. besos