sábado, 22 de noviembre de 2008

Escuela para Cabalgar

Todo empezó con un malentendido....
Aquel maldito anuncio en el periódico, dada mi precaria situación económica, me ví obligado a enseñar a montar a caballo, lo único que sabía hacer, soy 'jockey' de profesión.
Se presentó una joven mujer de unos 18 años, me preguntó intrigada como haría para empezar, ella siempre había querido 'cabalgar', vi sus grandes ojos abiertos de par en par....

-¿Cepillarlo bien seguro? Con un cepillo de cerdas de alambre bien duras. Nunca hubiera dicho que se empezara así.
-No lo dudes, eso le abrirá los poros. Hazme caso él te lo agradecerá cuando lo cabalgues, le permitirá sudar más y dar más de si.
-Puajjjjhh ¿sudar más? ¿eso es importante?

El caso es que el malentendido prosiguió unas sesiones más, hombres con los que ella prácticaba, desnudos, untados de grasa negra de montar, cepillados hasta sangrar o con el fustrado intento de atarles una silla a la espalda con unas correas, huyendo despavoridos, por fin me di cuenta que hablábamos de temas diferentes .

Ahora que sabía que quería dedicarse al oficio más antiguo del mundo, su frialdad y aplomo me convencieron de su obstinación.


-Pero tu ¿Sabes en lo que te metes?.
-No pero ya me decidí y si tu no me ayudas alguien lo hará.
-Ven a casa mas tarde, empezaremos.

La decisión estaba tomada. Durante dos días, expliqué a aquella joven a lo que se vería expuesta, las perversiones de algunos hombres incapaces de conseguir meterla, si no es pagando, hablándole de todas cuantas opciones sexuales conocía, las que había visto por Internet o había oído, dándole consejos para ayudarla en caso las cosas no salieran bien, distinguir a los sádicos, morbosos, escatológicos, sumisos u otros que solo se satisfacen cuando golpean.

Le enseñé a exigir "el pago por adelantado" y el "aquí no se fía", como buscar a alguien de confianza, que la defendiera sin explotarla, le recordé con tristeza que "el cliente paga, el cliente obtiene" y un último consejo, "Nunca, lo hagas sin preservativo, pues por mucho que te lo pidan, tienes que recordar que es tu vida la que esta en juego.

¿Que vais a preguntar?
¿Que si nos acostamos?
Sí, si os dijera lo contrario no me creerías. Fue como un pago por la suma de conocimiento que dan los años y los golpes de la vida.

Así fue como empezó todo.
A los dos días regreso, con una botella de whisky de regalo y dos amigas de su escuela, y me pidió por favor que les diera clases lo mismo que a ella, pues también querían dedicarse al tema.

¿Qué fue de ellas?
No lo sé, pero ya que estaban decididas a no dar marcha atrás, era preferible que fueran bien preparadas, para que nadie pudiera abusar de ellas. El caso es que cada una de ellas me traía otras dos o tres y me empezaron a ir muy bien las cosas.
No se nada de ellas, excepto la primera, ahora vive en una gran mansión y cuando quiero aprender algo acudo a ella, no me cobra nada y me enseña tan bien que se me pasan las ganas de trabajar. Hace tiempo que no ejerce, uno de sus clientes le enseñó a jugar en Bolsa y no necesita nada más y ella ahora me enseña a especular con las materias primas....


Pero creo que voy allí, porque siempre me ha gustado ......

6 comentarios:

Belén dijo...

Bueno, es un buen pago por los conocimientos adquiridos previos no?

Besicos

Ulises dijo...

Desde luego, mi admiración y mi homenaje a esa profesión tan antigua, solo deseo que las mujeres que la practican, puedan dejarlo en breve.

besos dulces

Susy dijo...

Una historia increible ..Muy bien narrada , te envuelve..
Besitos dulces como pago a tantos dulces momentos comartidos..

CalidaSirena dijo...

Me gustan tus historias y como las cuentas...aunque me dejas con la intriga...en serio fue cierto??, jajajaja..
Besotes ardientes cielo

Amie dijo...

fabuloso !! . Eso de combatir la crisis, trabajando de profesor de "equitación", es una idea genial !! encima con beneficios.. que mas puedes pedir .. ;) besos con sabor a cabalgada.

Ozz dijo...

La enseñanza es un ciclo y no todos tienen la habilidad para trasmitirla, otros tienen la avaricia y el egoismo y se les empolva.

Saludos!

Buena música

DEDOS QUIETOS