-¡Mira que te lo dije!
-No seas catástrofista mujer solo nos hemos desviado un poquito del triángulo de seguridad marítima, seguro que esos vienen a advertirnos, además estamos en un humilde velero, las cosas no van con nosotros...
El caso es que una zodiac provista con un motor de 120 caballos avanzaba rápida hacia nosotros, huir era imposible pues era un día con mucha visibilidad, de modo que fui arriando las velas, ahora me esperaban dos temporales, los piratas y mi mujer, desde el camarote sonó como una trompetilla una voz chillona.
-¡A que marino de pacotilla se le ocurre una travesía por el Indico enfrente de las costas de Somalia!
-Tranquila mujer, seguro que vienen a informarnos.
Una vez abordados, me dí cuenta que llevaban un motor mágnifico un 'honda' de cuatro tiempos y 120 caballos de potencia, eran 4 somalíes de apenas 20-25 años, con el torso lleno de tatuajes y bocas desdentadas, por señas me indicaron que estabamos secuestrados y que si queríamos seguir con vida, teníamos que pagar un millón de € (me costó un poco llegar a esta conclusión por lo elevado de la cifra), el caso es que también por señas les hice ver que no disponía de ese dinero y que el barco que habían abordado no valía ni 20.000 € en el mejor de los casos (en este punto los somalies empzaron a reir), sobretodo cuando vieron mi sencillo motor fueraborda de 5 caballos, el caso es que me dijeron que ya que era español mi país se hiciera cargo de mi rescate (ahí me dió a mi un ataque de risa), les expliqué que en mi país había sufrido otro ataque de piratas peores que ellos (los socialistas), que no habían dejado un euro y que estábamos en una crisis muy fuerte, también por señas les indiqué donde estaba la radio y que llamasen ellos por si no me creían, al otro lado de la radio al indicar que habían secuestrado nuestro velero y que pedían un millón de €, se oyeron también risas metálicas.
El caso es que aquellos salvajes de torso desnudo me indicaron también por señas que en este caso harían una excepción, violarían a mi mujer luego a mi y nos dejarían marchar, pensé que por fin podría tener una primera experiencia anal, pero les advertí que en lo referente a la violación se lo preguntaran primero a ella por si acaso y les advertí (por señas) que no era buena idea.
Bajó uno educadamente a preguntar, se oyó un golpe seco metálico y subió sangrando con una magulladura en la cara. Los otros tres bajaron en tromba y siguieron idéntica suerte, patadas en los testículos, sartenazos, mi mujer en su hábitat es muy peligrosa, el caso es que cuando salieron a por las armas, observaron que me habían 'caído' al mar y al saltar a su embarcación a por más, observaron como también les había cambiado el motor por el mio y había soltado las amarras, mientras ellos estaban intentando convencer a mi mujer en el camarote de las bondades de una violación mientras recibían sartenazos.
Cuando estabamos a un poco alejados, mediante el lenguaje internacional de las banderas, les dije:
-¡Os lo dije!
Y mi velero ahora vuela sobre el mar, tiene un empuje extra de 120 caballos, aunque creo que me toca un periodo largo de abstinencia, pues aún no me atrevo a bajar al camarote.