
El altar de la imaginación es nuestra cama, un templo lleno de fantasías, allí se compensa la insatisfacción que tenemos. Los sueños nos revelan nuestros verdaderos deseos, aquellos ocultos y tal vez insólitos.
Ese laberinto es solo conocido por nuestro interior, pasadizos secretos nos llevan hasta las mazmorras secretas y laboratorios escondidos donde nos vemos gozando a niveles ocultos para nosotros, pero no para nuestra conciencia.
Antes de perder la conciencia en la bocanada del inicio de los sueños, siempre suplicamos una última voluntad, que ese sueño nos deleite, pero luego al igual que la realidad los sueños van más allá ......
Me ha encantado este corto de javier Fesser ¿cuál sería nuestra última voluntad?
1 comentario:
JAJAJAJAJAJAJAJA!!!
Yo que llego al video esperando vaya a saber que oscura concuspicencia y mirá con lo que me salís Clip!!
No si esta visto que ya no se puede confiar en nadie...
al video me remito!
ME ENCANTÓ!!
Publicar un comentario