Digo esto porque todos los años, a partir de estas fechas, cuando tienes que comenzar a dejar abierta la ventana por la noche, y trasnochas por el motivo que sea es disfrutar del canto de la lechuza y del autillo. Además, si tienes suerte puedes oír el mirlo común.
Poco a poco vas distinguiendo tantos ejemplares como atención prestes, rondando por ahí tan alegremente. A veces se suman a la fiesta gorriones despistados.
Sea como sea, y si alguna vez os habéis despertado en una tienda de campaña muy de mañana por el canto de algún ave, seguro que era un mirlo. Su canto, un placer escucharlo.
En fin, para los que no tengáis cerca una lechuza, un autillo o un mirlo, aquí os pincho su voz:
Aunque hay que ir con cuidado también hay otro tipo de 'pájaras' que se pueden oír en el bosque.....las ninfas, si te pillan estás perdido.
3 comentarios:
Sabes, a mi me encanta escuchar duendecillos susurrándome al oído... ¿O son demonios...? Bueno lo único que se es que lo que más me gusta es no tener que esperar a la primavera para escucharlos.
Besos
Me encantó esta entrada, que no es usual, pero sabes, en la noche he encontrado sonidos maravillosos inigualables, esos sonidos van acompañados (por defecto) a otras cosas, como sea, me a encantado y gracias por hacerme encontrar con mis lunas, un beso grande!
MARAVILLOSO!!!
Me encantó la calidez y la generosidad de tu puente de sonidos para que descubramos tus espacios los que habitamos lejos.
Nooo! entonces retiro lo de la ninfa (me falta la energía para estar a esa altura).
Te buscaré en el bosque pero a pura humanidad nomás ja ja ja!!.
En serio, Bello, muy muy bello.
Gracias.
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