Ya se que parece que por fin he perdido la razón, pero desde hacía un buen rato me parecía oír en la lejanía una voz femenina de mujer, a pesar de lo apartado de la civilización en que se encontraba este camino, hasta hoy pensaba que los cantos de sirenas eran solo audibles en el mar, por lo tanto debía ser una ninfa pérdida en el bosque, mi mente se perdió entre los sufridos marinos que acompañaban a Odiseo y en el peligro de las Sirenas, cuyo canto enloquecía a quien las oyera y que para evitar una muerte segura siguiendo los consejos de Circe, Odiseo ordenó a sus hombres taparse los oídos con cera y mientras mandó ser atado al mástil para evitar tirarse al mar.
Intentaba desactivar mis oídos pero pasaron dos cosas, por un lado me encontré pizarra mojada en el suelo y por otro la deliciosa voz femenina tomó cuerpo tornándose en grito.
-¡No toques el freno delantero!
Era tarde, pues ya había tocado dicho freno, para los que vayáis en bici, sabréis que la pizarra mojada resbala muchísimo y que la ley de la gravedad en bajada acelera de mala manera esos malditos mecanismos de dos ruedas.
-¡Que volteretas mas bonitas!¡Que afortunado el cáctus te ha parado!
Esta ironía ya colmaba mi ya castigada paciencia, estaba abrazado a una familia de cáctus 'higo chumbo', a ella unido por cientos de espinas y la verdad es que no me apetecía imaginar la dolorosa separación.
-¿Dices en serio que no me hiciste caso por que te pensabas que era la voz de una ninfa del bosque? ¡Creo que la caida te ha sentado mal!
Preferí esta excusa que la de la sordera momentánea, el caso es que afortunadamnente para mi orgullo herido, ella se había caído en el mismo lugar y mostraba también el cuerpo adornado con elementos silvestres y pequeños pinchos que atravesaban su hermosa piel.
-¿Me dejarías quitarte las púas y luego tú me quitas las mías?
-Empiezo yo, pero te aviso por experiencia que son muy finas y habrá que ser concienzudos.
-No importa pero entonces ¿Mejor me quito el maillot no?
Me sentí como los compañeros de aventuras de Odiseo, sucumbiendo a los cantos y encantos de una mujer de hermosas curvas totalmente desnuda, tendida boca arriba sonriente y entregada a mi habilidad para sacar púas. Menos mal que nadie me ató a un mástil, ya se amables lectores que estareís pensando el mal rato que me espera y sereís solidarios con mis desgracias .....
10 comentarios:
Con lo que debe de doler... no sé yo si estaría para jugueteos erótico festivos, jajajajajja!!! :)
1 espina
2 espinas…
3 espinas…
Es mejor chocar con un cactus que con un camión! Igual, si el asunto viene con desnudez olvidemos que caminar es sano!!
Besos
Después regreso a ayudarte.
! Ainsss que dolor !
...menos mal que es un cuento porque si fuese realidad y se te quedasen clavadas en la piel no creo que estubieses tan tranquilo y pensando en ... :D
Un besito
Bueno, se suele decir que "sarna con gusto no pica"... En éste caso, cuantas más púas mejor... sobre todo en ella.
Saludos.
Las chicas en bici molan.
Vir las espinas duelen, la parte real de la historia fue caer en un cactus puntiagudo (eso me pasó varias veces), lo de la voz también pero el resto aún no !!! ;)
Vivians aún quedan unas 30 espinas, tenemos para rato!!
besos !!
Amie ¿cuento? que poca credibilidad tengo .(
Un besito
Elvis tu lo has dicho, pero tampoco nos pasemos con las puas, no sea que sea una historia con un final hospitalario
pazzos ....sin bici tambien molan
Un saludo !!!
Publicar un comentario