-Me alegro de verte de nuevo.
La soledad me estrechó la mano afectuosamente y dijo con una voz grave, femenina y seductora.
-¿Hasta cuándo esta vez? Pregunté yo.
-Sólo hasta que halles otro amor por el que sentirse sólo otra vez.
Me pareció una buena explicación, además la vida que estaba detrás, me puso las dos manos en los hombros apretando fuerte y me hizo comprender lo que es el fin de una era y el nacimiento de otra, fue un torrente de energía nueva.
La soledad me estrechó la mano afectuosamente y dijo con una voz grave, femenina y seductora.
-¿Hasta cuándo esta vez? Pregunté yo.
-Sólo hasta que halles otro amor por el que sentirse sólo otra vez.
Me pareció una buena explicación, además la vida que estaba detrás, me puso las dos manos en los hombros apretando fuerte y me hizo comprender lo que es el fin de una era y el nacimiento de otra, fue un torrente de energía nueva.
-¿Acaso no quieres que vuelva a ser tu amante? Y vuelva a revolucionar tus tripas y a desatascar tus lagrimales, para que te reencuentres con tu espíritu vacío, llenándolo de magia e impulsos de escribir acerca de los sentimientos que te han abandonado y que ahora ya no puedes sentir?
No contesto, no es buena idea replicar a la soledad, con la cabeza apoyada sobre el frío cristal de la ventana, veo caer lentamente la tarde, la luz se diluye en la atmósfera y cede su fulgor a la lluvia de sombras y de estrellas que dibuja el firmamento. Miro al cielo, creo que mi mirada es en estos momentos es la mas triste jamás plasmada en ningún cuadro, los pájaros del cielo se apartan aterrorizados y hasta las nubes grises me preguntan.
-¿Pero que haces tú aquí?
-Huir. Soy un poeta fustrado, rodeado de bellas poesías e insignes escritores, quiero hacer compañía a la Luna solitaria, encerrarme en mil pensamientos y aprender a amar la soledad.
-¿Como describirías esas poesías que tanto te gustan?
-Tienen las curvas exuberantes de una mujer, su rostro está lleno de colores intensos, huelen a jazmín, saben a frutas carnosas del bosque que explotan en el paladar al acariciarlas con la lengua, penetran en mi interior, provocando estremecimientos sensoriales difíciles de explicar que me hacen llorar sin motivo y me dejan en estado 'tiemblapiernas' permanente durante horas.
-Así no podemos permitirte que te quedes aquí, cuando escribas algo con un poco de calidad vuelves.
No contesto, no es buena idea replicar a la soledad, con la cabeza apoyada sobre el frío cristal de la ventana, veo caer lentamente la tarde, la luz se diluye en la atmósfera y cede su fulgor a la lluvia de sombras y de estrellas que dibuja el firmamento. Miro al cielo, creo que mi mirada es en estos momentos es la mas triste jamás plasmada en ningún cuadro, los pájaros del cielo se apartan aterrorizados y hasta las nubes grises me preguntan.
-¿Pero que haces tú aquí?
-Huir. Soy un poeta fustrado, rodeado de bellas poesías e insignes escritores, quiero hacer compañía a la Luna solitaria, encerrarme en mil pensamientos y aprender a amar la soledad.
-¿Como describirías esas poesías que tanto te gustan?
-Tienen las curvas exuberantes de una mujer, su rostro está lleno de colores intensos, huelen a jazmín, saben a frutas carnosas del bosque que explotan en el paladar al acariciarlas con la lengua, penetran en mi interior, provocando estremecimientos sensoriales difíciles de explicar que me hacen llorar sin motivo y me dejan en estado 'tiemblapiernas' permanente durante horas.
-Así no podemos permitirte que te quedes aquí, cuando escribas algo con un poco de calidad vuelves.