sábado, 28 de agosto de 2010
viernes, 27 de agosto de 2010
viernes, 20 de agosto de 2010
Amar en Tiempos de Crisis
Ya lo decía Quimi Portet de 'El último de la fila', cuando la pobreza entra por la puerta, el amor sale por la ventana, para que eso no pase ante las muchas peticiones recibidas y para evitar los problemas que genera la crisis se van a explicar una serie de consejos erótico-económicos que nos permitan salir llevar mejor la crisis o llevarla un poco mejor.
Hazte pasar por estudiante y comparte piso con tías o tíos que te gusten mucho, además esto te dará mucho morbillo, verlos salir de la ducha o pasear delante de ti en lencería.
Déjate crecer el pelo y barba, busca ropa con colores vistosos y hazte 'okupa'
Compra marcas blancas o productos de oferta y no se te ocurra comprar artículos de marca. O no compres nada que no necesites.
Nada de comprar condones 'por si' hasta que no los vayas a usar, nada de nada no gastes en cosas que no necesites. Si no hay más remedio págalos a medias. (si es un trio te saldrá mas baratito)
Nada de largos viajes en coche, utiliza más los viajes astrales para acostarte con tu chica de Internet que también es muy romántico.
Si necesitas ducharte, pregunta si alguién más quiere hacerlo para ahorrar agua y jabón. En caso negativo ya te ducharás más adelante.
Bajo ningún concepto, no dejes que la publicidad te cree necesidades que no tienes. No veas la tele.
Prescinde del coche y lleva a tu amante en transporte público.
Andar es bueno y despierta el apetito no cojas el autobús.
Veranea en la vieja casa del pueblo de los padres de alguién aunque no los conozcas de nada.
Nada de citas en restaurantes, cocina en casa y haz reuniones en casa diciendo que cada uno traiga 'algo', así valoraran tus artes culinarias, no salgas a bares por ahí.
Deja de fumar o de pagar tus cigarrillos, no hay nada más social que: '¿Tienes un cigarrillo?'
Nada de apuntarse a un gimnasio, sal a correr al parque.
En vez de regalarle un cachorrito coge un perro de una perrera lo bañas y se lo das.
No compres libros, hazte de una biblioteca pública.
Que cada uno viva con sus padres, así ganamos todos independencia y evitamos el duro roce de la convivencia.
Acércate a parejas adineradas que presuman de lo que tienen y de lo que gastan, para que así os paguen caprichos y que pongan el coche o el barco.
Compra el vino a granel y lo vas rellenando en envases de vino bueno, no se nota apenas y quedaras bién.
No bebas.
No tengas hijos.
No te cases.
No te depiles.
No te matricules en la universidad, mira a ver qué libros se necesitan y estudia por tu cuenta y no olvides comprar los libros regateando a estudiantes de cursos superiores.
Ayunar es bueno para el cuerpo, ayuna un día a la semana.
No hagas el almuerzo ni la merienda y cena poquito.
Compra la ropa en mercadillos. Si has de regalar una prenda de vestir, haz como Ghandy, se la haces tú con materiales reciclados, apreciará más tu esfuerzo.
Viaja mentalmente leyendo los folletos de viajes y postales de los amigos.
Usa menos o nada el teléfono, escribe cartas y las entregas furtivamente en su buzón (así no pagas el sello).
Usa el correo electrónico para comunicarte pero usa el wifi del vecino o del MacDonals más cercano.
Vete de compras pero no compres nada, así estarás entretenido y fresquito con el aire acondicionado.
Vete a la universidad de diez a doce y coge el periódico que se reparte gratis para los estudiantes.
sábado, 7 de agosto de 2010
IV Noche
- Me bloqueaste, me humillaste hasta lo indecible. No se que pensar
- ¿Sabes? Te he sentido todo el tiempo demasiado cerca para odiarte, odiándote a mi misma por dejarte escapar para siempre, sin un último beso.
- Yo he odiado al mundo por no poder estar contigo otra vez, luego me odié por odiarte sin poder hacer nada más que amarte cada vez que te odiaba más.
- No sigas. Me estremeces cuando hablas así.
Pasaron los meses y el enfado considerable dejó paso a los vuelos de la imaginación incontrolada, la soberbia dejó paso a la lujuria ..... las mentes ociosas hicieron su trabajo, un día lejano sonó el móvil.
Ahora la habitación olía a resina de madera de pino, la luz debil teñida del marrón oscuro de las paredes, él se puso detrás de ella, tomó tu talle y le pidió con la voz quebrada muy suave, que se desnudara muy lentamente, un frío crepuscular le recorrió la espalda, su deseos emergían de los poros de su piel, se quedó temblando como siempre, en las escenas mil veces imaginadas, en las que en ellas ella temblaba igual.
Ella se giró lentamente, sonó el restallido seco de un latigazo sobre el cuero, un reguero de sangre caliente brotaba del labio, serpenteaba por su barbilla y se adivinaba el dolor insoportable de un cuchillo clavado en la carne y un labio roto.
- Esto por dudar de mi.